Juan Pablo Brichta, de 44 años, utiliza el microorganismo Beauveria bassiana. Es ingeniero agrónomo, con recorrido en la química agrícola, la biología y los negocios.

Autor: Héctor Huergo Editor de Clarin Rural – 03/05/2024


A partir de la búsqueda de todo lo que está sucediendo en torno a la plaga de la chicharrita del maíz llegué a una historia de vida, que desconocía por completo.

Es fantástica la movilización de toda la red agropecuaria para darle pelea al insecto. Y ya hay avances sustanciales. En primer lugar, el Senasa acaba de registrar tres insecticidas, de las grandes empresas internacionales de insumos como Syngenta y Corteva. Contaremos con las herramientas químicas, que se suman al necesario manejo agronómico y coordinación regional para manejar la plaga. El principal tema es evitar el puente biológico que implica contar con hospedaje todo el año.

Y en esta búsqueda, me topé con un desarrollo argentino que está siendo utilizado desde hace tres años en Paraguay y Brasil, donde la plaga es endémica y está controlada. Se trata de un insecticida biológico, basado en el microorganismo Beauveria bassiana. Siguiendo la pista, conocimos a Juan Pablo Brichta, titular de Agro Advance Technology, un laboratorio que nació en el 2007, instalado en el Parque Industrial de Pilar. Lo visitamos. Tiene un área de investigación con varios biólogos y un centro de producción con 28.000 litros de fermentadores con toda la tecnología.

Pero nos interesó mucho más el personaje que sus instalaciones y productos, de los que no teníamos idea y parece que la están rompiendo. Desde un cebo hormiguicida hasta bacterias fijadoras de nitrógeno en las hojas, todos proyectos biotecnológicos que se las traen. La innovación sigue senderos comerciales poco explorados, como la venta online.

¿Por qué es interesante el personaje? Te lo pinto. Juan Pablo tiene 44 años, es ingeniero agrónomo, y ha sido docente, pasó por varias cátedras con un recorrido en la química agrícola, la biología y los negocios. Fundó la Cámara Argentina de Biológicos (CABIO). Cuando armó AAT, tenía apenas 27 años. Y no fue su primer emprendimiento…

Juan Pablo Brichta, ingeniero agrónomo argentino de 44 años, que desarrolló un insecticida biológico para combatir a la chicharrita.Juan Pablo Brichta, ingeniero agrónomo argentino de 44 años, que desarrolló un insecticida biológico para combatir a la chicharrita.

El primero fue cuando tenía…10 años y arrancó con la lombricultura. Con la ayuda material de sus padres, la aventura se convirtió en una unidad productora que alcanzó cientos de toneladas, al mismo tiempo que el adolescente empresario se convertía en ponente en eventos relacionados con su actividad. En aquellos tiempos ser emprendedor no tenía el glamour que alcanza en estos días…

Después, entró en Agronomía. Hoy se considera más ingenioso que ingeniero. Sus pensamientos están plasmados en un banner en la entrada del laboratorio, con la foto de un agricultor parado sobre un cultivo. El epígrafe reza la declaración de Jill Clapperton: «cuando estamos en el suelo, estamos en el tejado de otro mundo». Fantástico, infinito.

Brichta nos muestra un video con un recipiente lleno de chicharritas vivas. Al lado, otro con chicharritas tratadas el día anterior con la Beauveria. Solo quedan algunas vivas y con evidente afectación, la mayoría yacen muertas en el fondo del bowl. Parece que en la dinámica del proceso, unas infectan a otras y el control biológico se viraliza con la diseminación de las esporas del hongo, que ataca la quitina (tejido externo) y penetra en el insecto.

No sabemos cómo le va a ir con esto. Sí sabemos que se lo ve feliz y vibrante, con seis hijos, su empresa mayor. Le está yendo bien en la vida. Para quienes piensen, a esta altura del relato, que estas líneas son un elogio prematuro, les regalo la cita de Borges que una vez me regaló Jorge Castro: “no es cuestión de chauvinismo, pero las estrellas brillan mucho más en el sur”.

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